domingo, 5 de junio de 2011

Clavos en la madera

Había un niño que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma debía poner uno de ellos en la cerca ubicada detrás de la casa.

El primer día el niño coloco 37 clavos en cerca...Pero, poco a poco fue calmándose, porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que introducir los clavos en la cerca.

Finalmente, llego el día en que el muchacho no perdió la calma para nada, y se lo dijo a su padre. Este le sugirió que por cada día que controlara su carácter, debía sacar un clavo de la cerca.

Los días pasaron y el joven pudo decirle finalmente a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca.

Entonces, el padre tomo de la mano al hijo, lo llevo a la cerca de otras y le dijo:
-Mira, has hecho bien...pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca...esta nunca será la misma de antes...cuando dices o haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como este agujero de la cerca. Aunque lo vuelvas a sacar, la herida ya queda hecha...no importa cuántas veces pidas perdón...la herida esta ahí y una herida física es igual a una herida verbal...

No hay comentarios:

Publicar un comentario